El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha sido objeto de una continua controversia y debate en el ámbito de la salud mental. Mientras algunos lo consideran como una condición genuina y compleja, otros lo ven como una mera invención o una excusa para el comportamiento desafiante. Sin embargo, al examinar el TDAH desde una perspectiva científica basada en la última actualización del Clasificación Internacional de Enfermedades, undécima revisión (CIE-11) y el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5), podemos arrojar luz sobre su verdadera naturaleza y abordar las preguntas y preocupaciones comunes que rodean a este trastorno.
El CIE-11 y el DSM-5 coinciden en que el TDAH es una entidad clínica real y reconocida. Según el CIE-11, el TDAH se define como un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por una disfunción persistente de la atención y/o la hiperactividad-impulsividad. Mientras tanto, el DSM-5 ofrece una perspectiva similar al describir el TDAH como un trastorno que involucra un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo de la persona.
Los síntomas del TDAH pueden afectar diversos aspectos de la vida diaria. La inatención se manifiesta a través de dificultades para mantener la concentración, seguir instrucciones y organizar tareas. Por otro lado, la hiperactividad-impulsividad se caracteriza por un exceso de actividad motora, dificultad para permanecer quieto y actuar sin considerar las consecuencias.
El diagnóstico del TDAH es un proceso complejo que requiere la evaluación exhaustiva de un profesional de la salud mental. Tanto el CIE-11 como el DSM-5 establecen criterios claros para el diagnóstico del TDAH, que incluyen la presencia persistente de síntomas durante un período mínimo de tiempo y la exclusión de otras condiciones médicas o psiquiátricas que puedan explicar los síntomas.

La etiología del TDAH aún no se comprende completamente, pero se cree que es el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos, neurobiológicos y ambientales. Además, el TDAH a menudo se presenta junto con otros trastornos mentales, como trastornos del aprendizaje, del estado de ánimo y de ansiedad.
El tratamiento del TDAH se basa en un enfoque multimodal que combina intervenciones psicosociales, farmacoterapia y modificaciones del estilo de vida. Este enfoque integral tiene como objetivo ayudar a las personas con TDAH a desarrollar habilidades para manejar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.
En conclusión, el TDAH es una condición clínica compleja y real que afecta a individuos de todas las edades. Al abordar el TDAH desde una perspectiva científica basada en el CIE-11 y el DSM-5, podemos mejorar nuestra comprensión y manejo de este trastorno, proporcionando un apoyo adecuado a aquellos que lo necesitan.
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Referencias:
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2018). Clasificación Internacional de Enfermedades, 11ª Revisión (CIE-11). https://www.who.int/news/item/11-02-2022-who-s-new-international-classification-of-diseases-%28icd-11%29-comes-into-effect
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5). Arlington, VA: American Psychiatric
- Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEDAH): https://www.feaadah.org/
- Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (CHADD): https://chadd.org/
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