Mejorando la Praxis Docente en Profesores Universitarios: Estrategias Basadas en la Neurociencia y la Orientación Educativa

Por: Lcdo. Ernesto J. Torrealba R. CNP - 19.200 y Prof. Yudith C. Cordero P.
La enseñanza universitaria enfrenta desafíos únicos en la era contemporánea, donde la diversidad estudiantil y los avances tecnológicos requieren una adaptación constante. Mejorar la praxis docente implica no solo actualizar los contenidos curriculares, sino también adoptar enfoques pedagógicos informados por la neurociencia y la orientación educativa. Este artículo ofrece estrategias prácticas para los profesores universitarios, basadas en investigaciones recientes en estos campos.
Neurociencia del Aprendizaje en Adultos
El cerebro adulto mantiene una capacidad significativa para la plasticidad neuronal, lo que permite el aprendizaje continuo y la adaptación. Comprender los principios básicos de la neurociencia del aprendizaje puede ayudar a los docentes a crear entornos de enseñanza más efectivos.
1. Promoción del Aprendizaje Activo
La investigación neurocientífica sugiere que el aprendizaje activo facilita la consolidación de la memoria y el entendimiento profundo (Zull, 2002). Estrategias para fomentar el aprendizaje activo incluyen:
- Discusión en Clase: Promover debates y discusiones en clase para estimular el pensamiento crítico y la colaboración.
- Aprendizaje Basado en Proyectos: Incorporar proyectos prácticos que permitan a los estudiantes aplicar conceptos teóricos en situaciones reales (Prince, 2004).
- Método de Aula Invertida: Utilizar el aula invertida para que los estudiantes preparen el contenido antes de clase y usen el tiempo de clase para actividades interactivas (Bergmann & Sams, 2012).
2. Incorporación de Pausas y Técnicas de Gestión del Estrés
La sobrecarga cognitiva puede inhibir el aprendizaje eficaz. Las pausas regulares y las técnicas de gestión del estrés, como la respiración profunda y la atención plena, pueden mejorar la concentración y la retención de información (Davidson & McEwen, 2012).

Estrategias de Orientación Educativa
1. Fomento de la Autonomía y la Motivación Intrínseca
La teoría de la autodeterminación enfatiza la importancia de la autonomía, la competencia y la relación para la motivación intrínseca (Ryan & Deci, 2000). Los docentes pueden:
- Proporcionar opciones en las asignaciones para aumentar el sentido de control de los estudiantes.
- Establecer metas claras y alcanzables para fomentar un sentido de competencia.
- Crear un ambiente de apoyo donde los estudiantes se sientan valorados y conectados.
2. Desarrollo de Habilidades Metacognitivas
Enseñar a los estudiantes a pensar sobre su propio proceso de aprendizaje puede mejorar significativamente su rendimiento académico (Flavell, 1979). Las estrategias incluyen:
- Reflexión y Autoevaluación: Incluir actividades de reflexión y autoevaluación en el currículo.
- Diarios de Aprendizaje: Animar a los estudiantes a mantener diarios donde registren sus pensamientos y estrategias de aprendizaje.
- Técnicas de Estudio Efectivas: Enseñar técnicas de estudio basadas en evidencia, como la práctica distribuida y la autoexplicación (Dunlosky et al., 2013).
Integración de la Tecnología Educativa
La tecnología educativa ofrece herramientas poderosas para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. La integración efectiva de estas herramientas puede transformar la experiencia educativa.
1. Plataformas de Aprendizaje en Línea
Utilizar plataformas de aprendizaje en línea para complementar la enseñanza presencial puede ofrecer flexibilidad y acceso a recursos adicionales (Means et al., 2009). Los profesores pueden:
- Incorporar módulos de aprendizaje en línea que permitan a los estudiantes avanzar a su propio ritmo.
- Utilizar foros de discusión en línea para facilitar la colaboración y el intercambio de ideas.
2. Herramientas de Evaluación Formativa
Las herramientas digitales de evaluación formativa, como los cuestionarios en línea y las encuestas en tiempo real, pueden proporcionar retroalimentación inmediata y ayudar a los estudiantes a identificar áreas de mejora (Black & Wiliam, 2009).

Fomento de la Inclusión y la Diversidad
1. Currículo Inclusivo
Incorporar perspectivas diversas en el currículo puede enriquecer el aprendizaje y fomentar una cultura de inclusión (Banks, 2008). Estrategias incluyen:
- Seleccionar textos y materiales de una variedad de autores y perspectivas.
- Diseñar actividades que promuevan la comprensión intercultural y el respeto por la diversidad.
2. Apoyo a Estudiantes con Necesidades Especiales
Adaptar la enseñanza para atender a estudiantes con diferentes necesidades de aprendizaje es crucial para la inclusión. Esto puede incluir el uso de tecnología asistiva y la implementación de planes de estudio personalizados (Rose & Meyer, 2002).
Mejorar la praxis docente en el ámbito universitario requiere un enfoque multifacético que combine principios de la neurociencia y la orientación educativa. Al adoptar estrategias que promuevan el aprendizaje activo, la motivación intrínseca, la integración tecnológica y la inclusión, los profesores pueden crear entornos educativos que no solo mejoren el rendimiento académico, sino que también fomenten el bienestar y el desarrollo integral de los estudiantes. La implementación de estas prácticas basadas en la evidencia puede transformar la enseñanza universitaria y preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo moderno.
Referencias
- Banks, J. A. (2008). An introduction to multicultural education. Pearson.
- Bergmann, J., & Sams, A. (2012). Flip your classroom: Reach every student in every class every day. International Society for Technology in Education.
- Black, P., & Wiliam, D. (2009). Developing the theory of formative assessment. Educational Assessment, Evaluation and Accountability, 21(1), 5-31.
- Davidson, R. J., & McEwen, B. S. (2012). Social influences on neuroplasticity: Stress and interventions to promote well-being. Nature Neuroscience, 15(5), 689-695.
- Dunlosky, J., Rawson, K. A., Marsh, E. J., Nathan, M. J., & Willingham, D. T. (2013). Improving students’ learning with effective learning techniques: Promising directions from cognitive and educational psychology. Psychological Science in the Public Interest, 14(1), 4-58.
- Flavell, J. H. (1979). Metacognition and cognitive monitoring: A new area of cognitive–developmental inquiry. American Psychologist, 34(10), 906-911.
- Means, B., Toyama, Y., Murphy, R., Bakia, M., & Jones, K. (2009). Evaluation of evidence-based practices in online learning: A meta-analysis and review of online learning studies. US Department of Education.
- Prince, M. (2004). Does active learning work? A review of the research. Journal of Engineering Education, 93(3), 223-231.
- Rose, D. H., & Meyer, A. (2002). Teaching every student in the digital age: Universal design for learning. Association for Supervision and Curriculum Development.
- Ryan, R. M., & Deci, E. L. (2000). Self-determination theory and the facilitation of intrinsic motivation, social development, and well-being. American Psychologist, 55(1), 68-78.
- Zull, J. E. (2002). The art of changing the brain: Enriching the practice of teaching by exploring the biology of learning. Stylus Publishing.
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