En la sociedad moderna, el concepto de éxito está intrínsecamente vinculado con lo que logramos obtener: dinero, fama, logros académicos, posesiones materiales y reconocimiento social. Este enfoque materialista del éxito, que se enfoca en el "tener", es el modelo predominante en muchas culturas occidentales. Sin embargo, al mirar desde una perspectiva más profunda, como la de la filosofía oriental, se nos invita a cuestionar este modelo y adoptar una visión del éxito basada en el "ser", un concepto que resuena profundamente en disciplinas como la neurociencia educativa.
El Éxito en las sociedad modernas: El "Tener" y su Impacto en la Mente
En las sociedades modernas, el éxito se mide en términos de lo que logramos poseer. Tener una carrera exitosa, una familia, una casa, o reconocimiento público se consideran indicadores clave de logro. Este enfoque, sin embargo, tiene un precio: un constante estado de comparación, competencia y autoafirmación. La búsqueda incesante de objetivos materiales puede generar estrés, ansiedad e incluso depresión, ya que el valor personal se mide externamente, fuera de uno mismo (Higgins, 2000).
Desde el punto de vista de la neurociencia educativa, esta dinámica afecta directamente nuestra capacidad de aprender y de desarrollarnos como individuos. El estrés crónico y la constante presión por cumplir metas externas pueden sobrecargar los circuitos cerebrales involucrados en la toma de decisiones y la regulación emocional.
La corteza prefrontal, responsable de funciones ejecutivas como la planificación, la toma de decisiones y la atención, se ve alterada cuando estamos constantemente enfocados en obtener cosas externas, sin tiempo para la reflexión interna o la autorregulación (Arnsten, 2009). Este ciclo puede llevar a un agotamiento mental y emocional, lo que dificulta el proceso de aprendizaje y el desarrollo personal.
El Éxito "Real": El "Ser" y su Conexión con el Bienestar Mental
En contraste, las tradiciones antiguas, proponen una visión radicalmente diferente del éxito. Según estas filosofías, el verdadero éxito no se encuentra en lo que se posee, sino en lo que se "es". El éxito se logra a través del desapego, la liberación del ego, y la superación de los deseos y las ilusiones que nos mantienen atrapados en un ciclo de sufrimiento. En lugar de perseguir objetivos externos, el objetivo es alcanzar una paz interna, una mente luminosa y compasiva (Wallace, 2006).
Desde la neurociencia educativa, esta visión tiene mucho sentido. La práctica de la meditación y la atención plena (mindfulness), por ejemplo, ha demostrado mejorar la función cognitiva, aumentar la capacidad de concentración y reducir el estrés. La neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo del tiempo, se ve favorecida cuando se cultivan estados mentales de calma y autocompasión (Zeidan et al., 2010). Además, se ha demostrado que la práctica de la meditación reduce la activación de la amígdala, la parte del cerebro involucrada en la respuesta emocional al estrés, lo que puede llevar a una mayor estabilidad emocional y un mejor rendimiento académico y personal (Hölzel et al., 2011).
El "Tener" vs. El "Ser" en la Educación
En el ámbito educativo, la diferencia entre el "tener" y el "ser" puede ser clave para la forma en que los estudiantes se relacionan con el aprendizaje. Si un estudiante se enfoca únicamente en obtener buenas calificaciones, premios o la aprobación externa, puede perder de vista el proceso de aprendizaje en sí mismo. La búsqueda constante de logros externos puede generar ansiedad y miedo al fracaso, afectando negativamente la motivación intrínseca y la capacidad de aprender de manera efectiva (Deci & Ryan, 1985).
Por otro lado, cuando los educadores fomentan un enfoque basado en el "ser", como el desarrollo de una mentalidad de crecimiento, la autoreflexión y el bienestar emocional, los estudiantes pueden experimentar un aprendizaje más profundo y duradero. El bienestar mental, un cuerpo sano y una mente tranquila son la base para un rendimiento académico óptimo y, lo más importante, para un desarrollo integral como seres humanos (Dweck, 2006).
Conclusión: Hacia un Éxito Integral en la Educación
El éxito, tanto en la vida como en la educación, no debe reducirse a la acumulación de logros externos. La neurociencia educativa respalda la importancia de cultivar un estado mental de calma y claridad, donde los estudiantes no solo se enfocan en el "tener", sino en el "ser". Al integrar prácticas de autoconocimiento, mindfulness y regulación emocional (escritura reflexiva, por ejemplo), podemos fomentar un ambiente educativo que no solo valore los logros externos, sino que también promueva la salud mental y el bienestar integral de los estudiantes.
En lugar de perseguir el éxito desde un enfoque materialista, podemos redefinir el éxito en la educación como el desarrollo de mentes pacíficas, saludables y felices, capaces de aprender y crecer sin la presión constante del "tener". Este enfoque no solo beneficia el rendimiento académico, sino que también ayuda a los individuos a vivir una vida más plena y satisfactoria.
Referencias
- Arnsten, A. F. T. (2009). The biology of being frazzled. Science, 323(5918), 1308-1309. https://doi.org/10.1126/science.1167801
- Deci, E. L., & Ryan, R. M. (1985). Intrinsic motivation and self-determination in human behavior. Springer Science & Business Media.
- Dweck, C. S. (2006). Mindset: The new psychology of success. Random House.
- Higgins, E. T. (2000). The "self-digest": Self-knowledge serving self-regulation. In D. J. Sherman, J. M. Dapretto, & M. J. H. Egner (Eds.), The psychology of self-regulation: Cognitive and motivational approaches (pp. 259-284). The Guilford Press.
- Hölzel, B. K., Carmody, J., Vangel, M., Congleton, C., Yerramsetti, S. M., & Gard, T. (2011). Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry Research: Neuroimaging, 191(1), 36-43. https://doi.org/10.1016/j.pscychresns.2010.08.006
- Wallace, B. A. (2006). The attention revolution: Unlocking the power of the focused mind. Wisdom Publications.
- Zeidan, F., Johnson, S. K., Diamond, B. J., & David, Z. (2010). Mindfulness meditation improves cognition: Evidence of brief mental training. Consciousness and cognition, 19(2), 597-605. https://doi.org/10.1016/j.concog.2010.03.014
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