El arte de ver con nuevos ojos: Epojé, Mindfulness y el aprendizaje consciente

    

    Un día, un sabio caminaba por el bosque con su joven aprendiz. Se detuvieron frente a un viejo roble, y el maestro preguntó:

—¿Qué ves?
El joven, sin dudar, respondió:
—Un árbol fuerte, con raíces profundas y hojas verdes.
El maestro sonrió y dijo:
—Cierra los ojos y olvida todo lo que sabes sobre los árboles. Ahora ábrelos de nuevo y dime: ¿qué experimentas?
    El joven observó en silencio. Por primera vez, notó la danza de la luz en las hojas, el susurro del viento, la textura de la corteza. Descubrió el árbol sin las etiquetas que su mente había impuesto. En ese instante, comprendió que no solo miraba: ahora, realmente veía.

Epojé: la pausa que despierta
    Edmund Husserl llamó a este acto de ver sin preconcepciones epojé, la suspensión del juicio (Husserl, 2008). Nuestra mente suele funcionar en piloto automático, catalogando todo según lo aprendido. Pero cuando aplicamos el epojé, dejamos de lado nuestras ideas previas y experimentamos la realidad tal como se presenta.
    Esto no significa negar el mundo, sino observarlo con una mente fresca, como si fuéramos niños viendo algo por primera vez.

Mindfulness: la atención plena en acción
    El epojé encuentra un aliado en el mindfulness, la práctica de estar presente sin juzgar (Kabat-Zinn, 1990). En la meditación, se nos invita a notar nuestros pensamientos sin aferrarnos a ellos, de la misma manera en que Husserl nos pide suspender nuestros juicios sobre el mundo exterior.
    Cuando aplicamos el mindfulness, descubrimos que la vida se enriquece en los pequeños detalles: el aroma del café, la sensación del sol en la piel, el sonido de la lluvia en la ventana. No hay que esperar momentos extraordinarios; la belleza está en la atención que prestamos.

La neurociencia educativa y el poder de la atención
    La ciencia ha demostrado que la atención plena transforma nuestro cerebro. Estudios en neurociencia educativa confirman que cuando aprendemos con plena conciencia, la neuroplasticidad se activa, permitiendo una mayor conexión entre neuronas (Davidson & Lutz, 2008).
  Si un estudiante lee un libro con distracción, apenas recordará lo esencial. Pero si lo hace con atención plena, si realmente se sumerge en las palabras, su cerebro formará redes más sólidas y duraderas. La clave está en la calidad de la atención, no solo en el tiempo invertido.

Aplicando el epojé, el mindfulness y la neurociencia educativa en la vida
    Al estudiar: Antes de leer, respira profundo y deja a un lado cualquier idea previa sobre el tema. Enfócate solo en la experiencia de aprender.
    En la vida cotidiana: Cuando camines, come o hables con alguien, deja el automático y presta atención plena. Descubre lo que siempre estuvo allí, pero que nunca notaste.
    En los momentos de estrés: Si la mente se llena de pensamientos rápidos y preocupaciones, haz una pausa. Observa esos pensamientos como nubes en el cielo, sin aferrarte a ellos.

El despertar de una nueva mirada
  Al final, Husserl, los maestros de meditación y la neurociencia nos dicen lo mismo: el mundo no es solo lo que creemos que es, sino también lo que estamos dispuestos a descubrir cuando aprendemos a ver de verdad.
    Quizás, como el joven aprendiz bajo el roble, debamos aprender a cerrar los ojos por un instante, para luego abrirlos y ver el mundo como si fuera la primera vez.

¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que realmente viste el mundo? 🌿
Te gustaría ver la película "El Mundo de Sofia (1999)..."

Referencias
  • Davidson, R. J., & Lutz, A. (2008). Buddha’s brain: Neuroplasticity and meditation. IEEE Signal Processing Magazine, 25(1), 176-174.
  • Husserl, E. (2008). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica. Fondo de Cultura Económica.
  • Kabat-Zinn, J. (1990). Full catastrophe living: Using the wisdom of your body and mind to face stress, pain, and illness. Delta Publishing.

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