En la vida, hay momentos en los que el universo nos susurra: "Es hora de aprender a nadar". No en aguas tranquilas, sino en el océano turbulento de la existencia, donde las olas de la desdicha chocan contra nuestro ser una y otra vez.
La Entrega y la Libertad
Hace diez días, comenzó este viaje con una entrega total. te pedí que os sumergierais en la técnica de la Verdad, y lo hiciste. Ahora, al finalizar, eres libre. Pero esta libertad no es un abandono, sino un despertar. Como el pájaro que, tras romper el cascarón, descubre que las alas ya estaban allí, listas para volar.
> "La Verdad no se acepta solo con la mente o el corazón. Se acepta con la vida."
La Piedrecita Negra
En este camino, a veces encontramos "piedrecitas negras" —ideas, teorías o creencias que nos incomodan—. El maestro, con amor, nos dice: "Quita lo que no puedas digerir, pero no tires el plato entero". Porque la verdad es pragmática. No es una filosofía para debatir, sino una práctica para vivir.
- La moralidad. No dañar a otros, porque al hacerlo, nos dañamos a nosotros mismos.
- El control de la mente. ¿Quién podría objetar a ser dueño de sus propios pensamientos?
- La sabiduría que purifica. Observar las sensaciones del cuerpo, sin juicio, sin apego.
La Historia del Anciano y los Cinco Granos
Un hombre rico entregó a sus nueras cinco granos de maíz. Cuatro años después, tres los habían perdido o consumido. La cuarta, en cambio, los sembró y cosechó toneladas. Así es la verdad: no es para guardarla bajo llave, sino para multiplicarla. Cada meditación, cada acto de amor, es una semilla que transforma el desierto en jardín.
El Secreto de las Dos Horas
Dos horas al día. Una por la mañana, otra por la tarde. Al principio, parece mucho. Pero pronto descubrirás que el tiempo no se pierde, se gana. Dormirás menos y despertarás más fresco. Trabajarás menos y rendirás más. Porque la mente purificada es como un río claro: fluye sin esfuerzo, llevando vida a todo lo que toca.
> "El que medita no busca milagros. Los milagros lo encuentran a él."
El Pago al Maestro
En muchas tradiciones religiosas, se dice que si no remuneras al maestro, la técnica no funciona. Pero aquí en esta tradición el pago no es en dinero. Es algo más profundo: "Que todos los seres sean felices". Cada vez que compartes esta intención, el universo entero recibe tu ofrenda. Y el maestro, dondequiera que esté, sonríe.
Cada vez que veas a alguién en la calle, el trabajo, donde sea: Deséale que sea feliz y que viva en paz...El Camino Continúa
Ahora, al cerrar este seminario, llevas contigo una joya. No la dejéis caer en el olvido. Medita. Siembra. Multiplica. Porque la verdad no es un refugio, sino un faro. Y su luz, aunque al principio sea tenue, puede iluminar el mundo entero.
Que todos los seres encuentren paz.
Que todos los seres sean felices.
Que todos los seres sean libres.
¿Has encontrado tu "cinco granos" para sembrar? Comparte tu experiencia en los comentarios.
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